domingo, 16 de octubre de 2016

Carlos Alberto Montaner, el novelista
   


             Conozco Carlos Alberto Montaner, periodista y escritor, desde hace muchos años. He tenido el honor de que escribiera el prólogo para mi libro “La tarde queda” (Ediciones de la Plaza). Nacido en La Habana en 1943, lleva medio siglo fuera de Cuba. Estuvo a punto de morir fusilado a los 18 años. Hace años vive entre Madrid y Miami. Como periodista le seguimos semanalmente con una columna en “El País” y en la televisión como  comentarista de CNN.
           Acaba de publicar su cuarta novela, titulada “Otra vez adiós” (Suma).
         Comienza antes de la Segunda Guerra Mundial en Austria, donde Ludwig Golstein (que luego será David Benda), un pintor judío joven y talentoso, se ve obligado a escapar de la pesadilla nazi. Ese joven, que llegó a pintar a Freud (a quien los nazis obligaron a marcharse a Inglaterra con su familia) es víctima de episodios de violencia y horror.   
            Antes de estallar la guerra, había escapado a Cuba, donde vive de cerca y con lucidez la historia de este país, desde el gobierno de Batista hasta el sueño y la pesadilla de Fidel Castro. Otra vida y también otro amor, surgen en su vida, y le dirá adiós.
            La novela tiene capítulos espléndidos, evocando las tertulias cubanas de aquellos tiempos, cuando David conoce a Hemingway y, entre tantos, a Virgilio Piñera, a José Lezama Lima,  a la folklorista Lydia Cabrera a quien García Lorca dedicó un poema del “Romancero Gitano”, a Nicolás Guillén y al novelista Alejo Carpentier.           
            David, luego, deberá vivir su nuevo exilio, en Estados Unidos, donde finalmente acabará terminará siendo un famoso retratista.
            Allí asiste allí a momentos fundamentales, como el ascenso y la caída del presidente Nixon; al fin de la guerra de Vietnam; a los gobiernos de Gerald Ford y Jimmy Carter.
              La figura central, como vemos, abarca los momentos más diversos del siglo XX.
           Las historias preceden a la literatura y siguen siendo el elemento esencial de toda obra de ficción. La seductora prosa de Carlos Alberto Montaner y sus historias, peripecias y recuerdos, envuelven y atrapan al lector desde la primera a la última página de esta novela, a propósito de las ilusiones y las esperanzas en los tiempos difíciles.